La ciudad más bella del mundo, que decir de una urbe tan hermosa que si no existiría habría que inventarla, decadente, alegre, viva, pasional, romántica, histórica, grandiosa, única y sobre todo mágica.
Intentar definir a través de palabras lo que solo se puede sentir, es como intentar definir que es el amor, y justamente tal vez esa sea la palabra más acertada para definirla, porque Roma es puro amor a la vida, en cada unas de su calles, plazas y casas pervive la pasión de todos aquellos romanos o no, que hemos sabido ver que esta ciudad es eterna. Desde la Piazza de Spagna hasta la más recóndita callejuela del Trastevere, un maravilloso halo de alegría y pasión te rodea para llevarte en volandas al paraíso de las almas sensibles.
Intentar definir a través de palabras lo que solo se puede sentir, es como intentar definir que es el amor, y justamente tal vez esa sea la palabra más acertada para definirla, porque Roma es puro amor a la vida, en cada unas de su calles, plazas y casas pervive la pasión de todos aquellos romanos o no, que hemos sabido ver que esta ciudad es eterna. Desde la Piazza de Spagna hasta la más recóndita callejuela del Trastevere, un maravilloso halo de alegría y pasión te rodea para llevarte en volandas al paraíso de las almas sensibles.